
“Escribir no es cuestión de esforzarse, es cuestión de disfrutarse y de sentirse, no necesariamente para escribir siempre cosas bellas, pero si tocamos ese punto, si encendemos esa fuente dentro de nosotros, el agua brotará. La forma en la que lo haga nadie la sabe.” —David Conejo Robben.
Para algunos la búsqueda, aparte de complicada, a veces se vuelve imposible, mientras que para otros encontrar la paz interior es cuestión de seguir unos sencillos pasos. Y como dijo Dalai Lama “La paz comienza con la autosatisfacción de cada individuo”
Y es de admirar, que David Conejo Robben, un joven Malagueño de 23 años y amante de la filosofía, haya encontrado dicha paz mediante la escritura.
Más que un escritor, David se considera un creativo y como todo artista, la creatividad es lo que le empuja a transformar sus ideas y sentimientos en palabras, que entrelazadas se convierten en textos y poesías salpicadas por la bondad que escupe la tinta de su bolígrafo.
Desde sus primeras publicaciones redactando sobre partidos de fútbol hasta poesías e historias de amor, David reconoce no tener un tipo de escritura específica, al igual que su público, que pretende dirigirse a todo aquel que desee en algún momento disfrutar del amor que desprenden sus obras. Esas obras inspiradas en todo y a la vez en nada, usando el poder de la observación para sacar de lo que la mayoría de las personas tacha de simple, todo un mundo de creatividad y fantasía.
Creando un collage de entre sus escritores favoritos, David se desencanta de la idea de aprender únicamente de uno en concreto, decidiendo expandir su conocimiento con todos ellos. Y no solo eso, su capacidad analitica de aprender de todo lo que le rodea, le lleva a analizar su propio aprendizaje a través de su escritura y a comprender que existe algo más allá de solo simples palabras, algo que activa su curiosidad y que en cierto modo le obliga a seguir gastando tinta y a continuar con la búsqueda de lo puro.
Como en un círculo vicioso, este peculiar artista nos confiesa no saber con certeza la peculiaridad que le distingue de los demás, y es que a veces lo esencial es invisible a los ojos. Pero la certeza de sus palabras mantiene sus pensamientos alejados de un futuro incierto, ocupando su consciencia en divertirse con lo que escribe y en reconocer su paz interior, invitando a todo aquel que se aventure en el fantástico mundo de la escritura, a realizar un pequeño esfuerzo para encontrar la paz mental.
Un mago nunca revela sus secretos, y David nos deja con la intriga sobre el contenido del primer libro en el que está trabajando. Pero mientras esperamos ansiosos, en Naralimon tendremos el privilegio de publicar algunas de sus poesías y textos cortos para que todos vosotros disfrutéis de la pureza de sus obras.
Entrevista
¿Cuándo te diste cuenta por primera vez de que querías ser escritor?
Más que escritor, lo que siempre he sentido desde muy pequeño fue una parte creativa muy intensa que no se manifestaba siempre de la misma manera. Siempre supe que me quería dedicar a crear, siempre he tenido muchas ideas en la cabeza a las que he ido dando forma poco a poco. Más que escritor, fue la creatividad lo que apareció como algo natural en mí, crear es algo evidente para mí, no concibo una vida sin ello, aunque es cierto que escribiendo es la manera en la que se manifiesta con mayor frecuencia
¿Cuándo empezaste a escribir tu primer trabajo?
Bueno, la primera vez que sí me decidí a publicar algo fue en un blog donde yo hablaba de los partidos del Málaga cada fin de semana. Eso fue lo primero que hice públicamente.
¿Cuál es tu tipo de escritura?
Mi tipo de escritura varía en función de cómo me sienta en ese momento, hay días que a lo mejor escribo una frase o un texto, otros días quizá una poesía, depende de cómo me encuentre. En cuanto al estilo de mi escritura, siempre trato de bañar todo con mucha bondad, con una visión profunda sea cual sea el tema, es una especie de autopsia en la que me miro, me siento, y de esa manera trato de escribir, con el corazón en la mano.
¿Has publicado ya algún libro? Si es así, ¿dónde podemos comprarlo?
No, aún no he publicado ningún libro. Es algo en lo que estoy trabajando.
¿Qué has escrito hasta ahora?
Artículos de opinión, poesía y algún que otro texto de reflexión.
¿A qué público te diriges con tus obras literarias?
A todo el mundo. Puede ser que los temas que trato tengan un público específico, porque suelo escribir sobre amor, filosofía, sin embargo, me gusta plantearlo todo de forma muy elemental y vital, de tal manera que toda aquella persona que, por un momento, se haya parado a pensar, pueda disfrutar el texto.
¿Cuál dirías que es tu peculiaridad de escritura interesante?
Siendo honesto, no sé qué es lo que me puede distinguir de los demás, lo único que sé es que, como ya he dicho antes, trato de escribir en la máxima coherencia, con esa pureza que todos en algún momento hemos sentido y estamos buscando. Si algo tuviera que resaltar en mí es la búsqueda de lo puro, porque a veces siento que nos olvidamos de los temas más elementales. Hay una verdad en nosotros en la que muy a menudo no nos paramos a sentirnos.
¿De dónde sacas tus ideas para lo que escribes?
De vivir y de vivirme en el mundo que veo, de todo, me considero una persona muy observadora. Puede darse el caso que una hoja cayendo de un árbol me dé una idea, aunque no sea para escribir sobre una hoja que cae de un árbol. La vida encierra en sí misma ideas fascinantes envueltas en mil metáforas.
¿Cuál fue una de las cosas más sorprendentes que aprendiste al escribir?
Cuando uno se para a crear y se siente en el proceso creativo del arte. Llega un momento, por lo menos en mi experiencia, que te das cuenta de que hay algo más, hay una verdad con la que conectamos que nos muestra nuestra grandeza, que desde luego va más allá de ese personaje que está escribiendo, es algo invisible que unas veces te invita a escribir, otras simplemente a guardar silencio, pero en esencia, lo que hace es invitarte a estar en paz y sentirte dichoso.
¿Cuáles son tus escritores favoritos?
No podría decirte uno en concreto, son muchos los autores y personas cuyo contenido me parece fascinante. Digamos que mi autor favorito sería una mezcla de todos ellos.
¿Qué le sugieres a quienes quieren empezar a escribir?
Simplemente que busquen la paz en su mente. Cuando conectamos con esa inspiración dentro de nosotros, automáticamente brotará lo que tenga que brotar, en este sentido, compararse con otras personas es absurdo, o así lo creo yo. El proceso creativo de cada uno es muy personal, y creo que no debemos medir nuestro valor en función de lo que producimos, aunque obviamente hay una pequeña voluntad que debemos tener para sentarnos. Una vez se ha hecho esto, si conectamos con nosotros mismos, las palabras salen solas. Escribir no es cuestión de esforzarse, es cuestión de disfrutarse y de sentirse, no necesariamente para escribir siempre cosas bellas, pero si tocamos ese punto, si encendemos esa fuente dentro de nosotros, el agua brotará. La forma en la que lo haga nadie la sabe.
¿Cuáles son tus planes para el futuro?
Divertirme mucho y reconocer la paz dentro de mí es lo único. Probablemente, fruto de esto, escribiré bastante, crearé mucho, pero puede darse el caso donde esto no sea así, porque más que un escritor o artista que escribe sobre amor, sé que soy ese amor, que se viste de estas formas. Por esto es que, aunque es lo más seguro, que siga trabajando en alguna idea de un libro o poesía u otra cosa , pero en realidad no lo sé. En este momento, afirmarlo con rotundidad sería basarme en una creencia de un momento que no estoy viviendo todavía.

Photo Credits by David Conejo (C)